Maxi Secuestro de Hojas de Coca en Santiago del Estero Revela Posible Red de Producción de Cocaína en Argentina
Santiago del Estero, Argentina – Un importante golpe al narcotráfico se llevó a cabo en la madrugada de ayer en la localidad de Los Telares, Santiago del Estero, donde se incautaron más de 1.300 kilogramos de hojas de coca que habrían salido de Salta. El operativo, que resultó en la detención de dos camionetas y la identificación de sus ocupantes, todos oriundos de Orán, Salta, pone de manifiesto un preocupante auge en el tráfico de esta materia prima y reabre el debate sobre la posible instalación de laboratorios de pasta base en el centro y sur del país.
El procedimiento comenzó cuando personal policial localizó dos camionetas Toyota Hilux blancas que intentaron evadir a las autoridades por caminos rurales alternativos. Tras la persecución, se descubrieron en un vehículo 410 paquetes de hoja de coca distribuidos en 26 bultos, y en el otro, 354 paquetes adicionales, también ocultos en bultos de nylon. El cargamento fue decomisado junto con los vehículos, celulares y otras pertenencias de los implicados.
Según la disposición del fiscal federal Mario Medina, los ocupantes fueron identificados y, si bien la investigación continúa, se les permitió seguir en libertad.
Este decomiso marca un récord histórico de secuestro de hoja de coca en Santiago del Estero, superando el anterior registro de 771 kilos incautados el año pasado en la zona de Herrera. La magnitud de la carga incautada, sumada a otros procedimientos recientes de volúmenes considerablemente altos, como las 7 toneladas secuestradas a un camión procedente de Orán en la autopista Córdoba-Rosario con destino a La Plata, y los 619 kilos hallados en Tucumán, ha encendido las alarmas entre las agencias que investigan el narcotráfico.
Fuentes periodísticas y policiales sugieren que este incremento masivo en los cargamentos de hojas de coca podría indicar un cambio drástico en las operaciones de las organizaciones narco. La implementación de operativos como Güemes en el norte argentino y Roca, a cargo de las Fuerzas Armadas, podría estar impulsando a estas organizaciones a establecer las llamadas «cocinas» o laboratorios para la fabricación de pasta base y clorhidrato de cocaína en territorio nacional, alejándose de las fronteras.
La preocupación es palpable: si bien la hoja de coca se cultiva en Bolivia y Perú, su destino en cantidades tan elevadas a provincias donde el consumo tradicional (coqueo) no es habitual, como Buenos Aires, descarta su uso para fines locales y refuerza la hipótesis de que se trata de materia prima destinada a la producción de drogas ilícitas.