Animales Sueltos en Ruta: Una Tragedia Anunciada y la Necesidad de Acción Urgente en el Sur Salteño
La fatal combinación de animales sueltos y rutas nacionales y provinciales sigue sembrando el luto en Salta, y el período comprendido entre el 1° de enero y el 31 de mayo de 2025 no ha sido la excepción en el sur provincial, particularmente en el corredor que abarca las localidades de El Galpón, Metán, Río Piedras, Lumbreras y J. V. González. Los incidentes, cada vez más frecuentes, demuestran la urgencia de abordar este problema con la seriedad que requiere, tanto desde la responsabilidad de los propietarios como desde la necesidad de una legislación más contundente.
Apenas iniciado mayo de este año, la Ruta Nacional 16 fue escenario de un claro ejemplo de esta problemática. Una ambulancia que trasladaba un paciente hacia Joaquín V. González impactó de lleno contra un animal suelto cerca del acceso norte de la ciudad. Afortunadamente, no hubo víctimas fatales, pero el vehículo sanitario sufrió daños materiales totales, evidenciando el peligro que representa un animal errante para cualquier tipo de conductor, y más aún para un vehículo de emergencia que opera bajo presión y en horarios críticos. Este incidente, aunque sin pérdida de vidas humanas, subraya la inaceptable situación en la que se encuentran nuestras rutas.
No se trata de un hecho aislado. Si bien la búsqueda de registros específicos de accidentes fatales por animales sueltos en las Rutas 16 y 34 entre las localidades mencionadas en el período solicitado no arroja un listado exhaustivo de tragedias con fallecidos, la reiteración de avisos y preocupaciones ciudadanas sobre la presencia constante de ganado en estas vías es una señal de alarma. Las publicaciones periodísticas y los reclamos de los vecinos dan cuenta de que, por ejemplo, manadas de caballos y yeguas son vistas a pocos kilómetros del acceso a Joaquín V. González, sobre la Ruta Nacional 16, una situación que, según los propios medios locales, «se repite con frecuencia y debería poner en alerta a las autoridades de seguridad». La Ruta 9/34 también fue noticia a principios de 2025 por la primera víctima fatal en Salta, aunque en un contexto general de accidentes y sin especificar un animal suelto como causante directo de la fatalidad en esa ocasión. No obstante, la mención refuerza la peligrosidad de
la red vial.
La raíz del problema es clara: la irresponsabilidad de los propietarios. La negligencia de quienes permiten que sus animales deambulen libremente por las rutas es un atentado contra la seguridad vial. No se puede seguir ignorando que un bovino o un equino en medio de la calzada, especialmente en horas de baja visibilidad, es un obstáculo mortal. Los conductores, por más precavidos que sean, tienen un margen de reacción limitado ante la aparición sorpresiva de un animal de gran porte. Los accidentes que resultan de estas colisiones no solo provocan cuantiosos daños materiales, sino que, lo que es aún más grave, dejan heridos graves e incluso se cobran vidas humanas.
Es imperativo que la legislación actual sea más severa y se aplique de manera contundente. No alcanza con la posibilidad de multas; es necesario que la normativa establezca sanciones que realmente disuadan a los propietarios de liberar a sus animales sin ningún tipo de control. Esto incluye no solo multas significativas, sino también la posibilidad de decomiso de los animales y, en casos de reincidencia o accidentes con graves consecuencias, la imposición de penas más severas. La reciente propuesta de Ley en la legislatura salteña que busca endurecer las sanciones con fuertes multas para quienes no controlen a sus animales es un paso en la dirección correcta, pero su implementación y efectividad serán clave.
La problemática de los animales sueltos en las rutas no es un tema menor; es una cuestión de salud pública y seguridad vial que exige la acción coordinada de las autoridades provinciales y municipales, de las fuerzas de seguridad y, fundamentalmente, de los propios ganaderos y puesteros. Solo a través de una concienciación profunda y la aplicación rigurosa de la ley, podremos revertir esta tendencia y evitar que más vidas se pierdan en nuestras rutas por una irresponsabilidad que ya no tiene excusas.